domingo, 8 de noviembre de 2009

estoy en un trance, en un trance que puede matarme, en un crudo frio invernal capaz de congelar mi conciencia, capaz de librar mis sentimientos, y correr hacia la impulsividad que genera toda esta situación. Quizás uno puede salir, salir de todo aquello que a uno le genera odio, pero, pongamonos a pensar que hay cosas que conducen hacia lo inevitable, hacer cosas sin pensar, y ceder por todos y por nadie.

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