¿En la isla del sol?

Ya me dijieron más de una vez que estaba distinta. Y es cierto. Debe ser que porque al encontrarme con la libertad tan de golpe, uno no sabe que hacer con ella. De hecho ahora di un paso al costado, y estoy realmente bien. El foquito en mi cabeza por fin se enciende y mis neuronas ya no se suicidan y tan solo se dejan llevar por el momento.
Me digo y me contradigo todo el tiempo, me importa y a la vez no me importa nada. Me siento completamente absurda y bastante decepcionada, pero soy y muy consciente que en cuestiones del corazón casi nada tiene explicación. Quizás eso es lo que hace tan único y mágico al amor...